Makers reflexivos

Siempre nos han dicho, o a algunos, que se aprende a andar, andando, y se aprender a hablar, hablando. Entonces, ¿alguien me puede explicar cuándo se pasa de eso a "aprender" escuchando? Cuando se debate sobre este tema, o cuando lo hacíamos en la Universidad, siempre iba acompañado de otra frase: "que no digo que las clases magistrales no hagan falta...". Y es cierto, pero con motivación, por favor! Cercanas a la realidad, interesantes, atrayentes, con pasión! Las charlas de TED son clases magistrales con espíritu, acompañas al hablante siguiendo cada una de sus palabras, te recorre la sensación de la experiencia aun sin tenerla y, sobre todo, existe aprendizaje.

Como maestra de Educación Infantil no practicante (jeje) tengo mucha teoría en mí, teoría innovadora, metodologías que van saliendo poco a poco del papel para entrar en las aulas, por lo que ya había escuchado conceptos como ABP o learning by doing, y son cosas que, por supuesto, quiero tener en mi aula. Hoy por hoy soy gran defensora del aprender haciendo y de acompañar a mis alumnos como una especie de guía en ese proceso, pero dejando que busquen ellos sus estrategias y sus diferentes modos de pensar y resolver problemas. También entiendo que a veces esto requiera mucho esfuerzo, puesto que tienes que cumplir los objetivos del currículo y debes encaminar un poco las tareas a su consecución, por no hablar de la presión que puedes sentir al sentir que no avanzas, que no llegas a los criterios, que los niños de la otra clase sacan mil fichas hechas y aquí parece que no hagan nada...

Muchas veces reflexionado sobre los cambios en las etapas, siendo la etapa de Educación Infantil mucho más experimental, formadora de seres humanos, basada en un aprendizaje (en la mayoría de los casos) bastante constructivo, crítico, reflexivo, soñador... Podría decir mil cosas que veo en Educación Infantil, y que dejo de ver en Educación Secundaria (pasando por Primaria, en la que se va desvaneciendo este espíritu a golpes), donde están todos sentados y escuchando la lección.

Seguro que hay miles de profesores que emplean metodologías activas e innovadoras en sus aulas, de todas las etapas, y más los que están en cursos como estos, donde se ve que te apasiona lo que haces y quieres formarte día tras día, pero aún me sigue pesando mi experiencia como estudiante, y la de mi hermano que me sigue.

Yo he visto niños aprender a leer con cuatro años, por gusto, por escuchar a su madre leerle cuentos, e incluso El Señor de los Anillos, y acabar leyendo él La Iliada en versión juvenil. También he visto a otros con casi seis años que, por más esfuerzo que hiciera la maestra con ellos, no sacaba muchos frutos. Aquí entra en juego el cerebro, la madurez del niño, el tipo de experiencias, el ambiente... Y con esto uno la pregunta sobre los aspectos útiles para desenvolverse en sociedad: veréis, a pesar de la madurez del niño, de su ritmo, que todos lo tenemos, el cerebro es una auténtica esponja, es moldeable, y tenemos que saber utilizar de forma positiva esa característica.

Si educamos a niños maker, tendremos adultos maker. Si dejamos a los niños que encuentres sus propias estrategias, de acuerdo a lo que son, de acuerdo a su desarrollo, sus aptitudes... Estaremos facilitando que en el futuro se desenvuelvan de forma más sencilla en la sociedad, en su vida. Ayudaremos a que tengan estrategias para tomar decisiones, ayudaremos a que tengan inteligencia de todos los tipos, en mayor o menor medida, como inteligencia emocional, social, matemática, artística... Porque estaremos dejando que se desarrolle su auténtico "yo", y no copias del maestro, o del libro.

Cuando explicamos algo, cuando nosotros damos una estrategia, la gran mayoría utilizará esa estrategia, porque nos tienen como modelo, porque ellos eligen un referente al que seguir, porque somos una autoridad en el aula, al igual que los padres en casa, y cuando hagan algo "bien", es decir, como lo haríamos nosotros, saben que serán recompensados. En cambio, si nosotros planteamos un problema y dejamos que todos aporten posibles soluciones, sin destacar ninguna como absurda o la mejor, por supuesto (al fin y al cabo es todo subjetivo, lo que a mí me puede parecer absurdo, puede acabar funcionando mejor que lo que yo pensaba que era la solución, que somos humanos!). Al principio puede que no sepan qué hacer, pero cuando se acostumbren a utilizar su cabeza, saldrá rodado.

La frustración. ¿De dónde viene? Viene de no poder hacer algo, o de no poder hacer algo igual que otra persona. Hay personas que se frustran más que otras, hay otra a las que les da absolutamente igual que el de al lado lo haya hecho mejor. Pues bien, entre muchos niños, habrá a algunos que se les dé bien una cosa y a otros otra, pero cuando entra en el juego la maestra... Yo cuido a unas niñas, y nos pasamos horas y horas haciendo manualidades, o pintando, o dibujando... Claro, tengo 24 años y más paciencia que ellas, además de más técnica, en la arcilla, por ejemplo. No me salen grandes obras de arte, pero cuando intentan copiarlo... Desastre! Cuando decía que el maestro debía ser un guía, a parte de en ser un modelo a seguir y que utilicen sus estrategias, también me refería a la frustración, al ansia que tienen los niños por correr antes de andar, por pasar del ensayo-error y querer llegar a la cima desde el minuto uno.

Para finalizar, voy a hablar de la idea que más me ha gustado:
Nacemos makers: desde bebés estamos tocando, y entendemos tocando antes que escuchando. Cuando podemos controlar más nuestras manos, el tocar pasa a juntar, mover, revolver... Hacemos torres, las deshacemos, cambiamos el orden, hacemos castillos de arena, cogemos cajas y damos paso al juego simbólico... Todo esto ocurre cuando nadie nos dice lo que podemos hacer con lo que tenemos, es decir, cuando somos nosotros mismos los que empezamos a verle utilidad a las cosas y a usarlas como queremos.

Y creo que es suficiente reflexión por hoy!😜😜

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